¡Cayó La Gran Babilonia!
Número de Identificación de la
Otra Bestia
Característica 10
¡Aquí está la
sabiduría!
Que el inteligente calcule la cifra de
la Bestia, pues es la cifra de un hombre.
Su cifra es 666 (Ap.13,18).
Característica
10ª)
¡Aquí está la sabiduría!
No la sabiduría humana, sino
la sabiduría que desde el Padre nos llega como don del
Espíritu Santo. Y tenemos la gracia de Cristo llegado hasta
nosotros, en nosotros; tenemos al Espíritu Santo, su poder,
sus dones, su guía.
Por
nuestra inteligencia no habría sido posible,
pero sí por iluminación.
Veremos el porqué es
la cifra de un hombre, o
la cifra del hombre, la cifra de lo humano, de lo
que el hombre interfiere en los proyectos de Dios.
La cifra de su nombre se ha vislumbrado desde la iglesia
de Laodicea.
El
seis es el número de la
Bestia. Aquí
se dice 666 lo que como veremos a continuación, es una serie
que indica la repetición de la misma situación a través de
los tiempos.
Es esto lo que aquí dice:
Hay un cálculo que hacer del 666.
El 666 es el cociente de una división.
El número que se divide (el dividendo) es una sucesión:
3333...
Y este tres es sucesivamente, porque es
la Verdad de la Trinidad Santa
que en la otra bestia
se ha ido enseñando a través de los tiempos. Pero esta
Verdad revelada por Dios no ha tenido la autenticidad y
vivencia, el poder de conversión, en muchos de los que la
han buscado a través de ella, porque:
Ha sido dividida
la Verdad
entre las leyes y preceptos que la
otra
Bestia
desde sí misma ha interpuesto. Por esto,
la Verdad
trinitaria la ha dividido entre 5, que son los cinco
mandamientos que durante siglos se han mantenido en ella,
como los “Cinco Mandamientos de la Santa Madre Iglesia”, y
que son símbolo aquí
de sus leyes y preceptos.
Y realizando esta división da como cociente el número 666,
que es el número de la Bestia,
la cifra del hombre. De lo humano, como símbolo visible
representativo, a través de la historia de la
otra Bestia.
Su cifra es 666...
3333: 5
=
666
Como vimos antes, al
estar el 6 repetido, es una serie infinita que simboliza
también, igual que el tres, su continuidad
a través de su
historia.
En estos signos
desvelados referentes a la “Ramera” va quedando claro que
tratan de corregir los errores con los que a través de la
historia ha ido caminando, transmitiendo a las siguientes
generaciones y que aún hoy perduran. Aunque aquí y en el
mensaje que sigue a continuación, apunte a la figura o
figuras representativas, cabezas visibles, el Señor no
condena a nadie sino que advierte para que veamos y se haga la Luz. Que seamos en verdad Iglesia de Cristo,
porque también todos los que la siguen llevan
el sello de
la Bestia. Es
un aviso para todas las iglesias, para todos:
La mente humana para los
proyectos humanos, nos hace ver el Señor; pero para los
proyectos de Dios, la mente de Cristo
(1Cor. 2,16),
como también se nos recuerda en la visión preliminar de las
cartas a las siete iglesias, en los siete ángeles que van
guiando a cada una de las iglesias en particular, y todo con
Cristo como centro, en la mano de Cristo, desde la mano de
Cristo.
En todo, la Iglesia ha de seguir la
mirada de Cristo, las huellas de Cristo, la Palabra de Cristo. Pero esta verdad que hoy nos ha
sido desvelada, aunque impacte y a muchos duela, es la Luz que trae el ángel a
continuación, referente a este tema: la caída de las
construcciones humanas, que menoscaban
la Verdad
y llevan a la confusión, a la
corrupción y a la destrucción de los hijos de Dios.
Aquí se le menciona como la caída de la
Gran Babilonia.
Antes viene este mensaje
a tocar el corazón de muchos:
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